martes, octubre 10, 2006

Epitafio para Joaquín Pasos - Ernesto Cardenal

Aquí pasaba a pie por estas calles, / sin empleo ni puesto y sin un peso. / Sólo poetas, putas y picados / conocieron sus versos.
Nunca estuvo en el extranjero. / Estuvo preso. / Ahora está muerto. / No tiene ningún monumento...
Pero / recordadle cuando tengáis puentes de concreto, / grandes turbinas, tractores, plateados graneros, / buenos gobiernos.
Porque él purificó en sus poemas el lenguaje de su pueblo, / en el que un día se escribirán los tratados de comercio, / la Constitución, las cartas de amor, / y los decretos.

viernes, octubre 06, 2006

El Torturado - Sara Zapata Valeije de García Facino

Me ataron a una mesa / me quemaron los pechos con cigarrillos / me secaron los testículos con la picana / me mataron el feto a patadas / me violaron / me vejaron / me empalaron / me arrancaron las uñas, los ojos, la lengua / me cortaron la nariz, las orejas, los pechos / me cercenaron el pene, las manos / me asfixiaron como a un perro / me encerraron en una mazmorra hasta la muerte / mataron a mi hijito delante de mí / me hicieron morir de hambre / me hicieron morir de sed / me estiraron en el potro / me descuartizaron con cuatro caballos / me ataron a un poste y me quemaron vivo / me ataron a una parrilla y me asaron a fuego lento. / me arrojaron a los leones / me clavaron en una cruz /¡quiero morir de una vez / quiero morir / para no contar esta historia / por los siglos de los siglos!

martes, octubre 03, 2006

Golja - Jorge Accame

Y quizá yo solo / sé todavía que vivió.(Giuseppe Ungaretti)

Lo conocí / en una pensión de Italia. / Ocupaba la pieza contigua.
Me pidió fósforos una noche / y yo temí por su piel de petróleo
Un café y dijo que se llamaba Samad / venía de los rascacielos que brotaron hace poco / en la antigua Persia
Otro día me presentó a la mujer / que habitaba en silencio tras un velo / y bajaba los suaves párpados / hacia la tierra
Compartí en su cuarto / una comida con aroma a limón y a muerte
Y sólo conservo de los turbios susurros / de su lengua / una palabra: Golja, que significa flores
Golja golja repetía y señalaba / el verano derramado sobre los campos de Urbino / y yo decía golja golja golja / y reíamos los dos como idiotas / creyendo que por fin hablábamos de lo mismo
Ese otoño su ayatolah lo llamó para la guerra / y regresó al Irán
Le escribí / de derecha a izquierda / de abajo hacia arriba / a la dirección que me había dejado / pero no respondió
Todos los años / cuando llega el verano / y los campos resplandecen / presiento que nunca existió un lugar / donde pudiéramos encontrarnos.

lunes, octubre 02, 2006

Eso Me Mata - Daniel Salzano

Eso me mata

De todos los mozos / del Sorocabana / el que mejor hacía los licuados / era el primero de la izquierda / un tipo con uñas de guitarrista / que pelaba las bananas / como si estuviera trasplantando un corazón.
Únicamente observando / muy atentamente / podías advertir que ponía la misma cantidad de hielo picado / y azúcar / que todos los demás / pero que tenía una técnica distinta / para pulsar el arranque: / en lugar de llevar el botón / del 0 al 1 / y del 1 al 2 / lo colocaba de un saque / en un punto que directamente no existía / una especie de 1,781226/ que mantenía con la mandíbula tensa / y el brazo flexionado / como si llevara un revólver en la axila.
Todo esto lo veía / con la punta de los pies / apoyados en el estribo de la barra / asomado a la altura del metal / del mostrador.
Con el mismo hielo / y la misma leche / con que los demás sacaban un vaso / él sacaba un vaso y medio / lo acomodaba sobre una servilleta de papel / y te decía / servido caballero / Eso me mataba.
Hay una etapa en la vida de los hombres / en la que uno no sabe / ni qué hacer/ ni qué decir/ Bueno /en esa etapa / es muy importante / que te digan caballero.
Hay tipos que comprenden todo / aunque su único trabajo / sea licuar bananas / con leche / Hay tipos / en cambio / que nunca comprenden nada.
Muchas veces / al comenzar a escribir una crónica / pienso que puede haber un chico / observándome / con la punta de los pies / apoyados en el estribo del estaño / Siempre y cuando consiga llegar / y mantenerme / en el 1,781226 / no hay ninguna diferencia / entre escribir una buena crónica / y preparar un buen licuado.
Ese momento de la profesión / es el que verdaderamente me mata / caballeros.

domingo, octubre 01, 2006

Junio - Jorge Fandermole

A Darío Santillán y Maximiliano Kosteki in memoriam.
A todos los que nos dignifican con su lucha.
Lo que va a pasar hoy pasó hace tanto / me desperté diciendo esta mañana, / no vi las predicciones del espanto / que le arrancaba al sueño mi palabra. / En este invierno que pega tan duro / está lejos tu boca que me ama / y se me desdibuja en el futuro, / y junio me arde rojo aquí en la espalda. / En este invierno atroz no hay escenario / más duro que esta calle de llovizna; / cada uno sigue en ella su calvario / pero la cruz de todos es la misma.
Salí con las razones de la fiebre / y una tristeza absurda como el hambre, / y cuando en el corazón la sangre hierve / es de esperar que se derrame sangre. / Me llamo con el nombre que me dieron, / el que tomó la crónica del día; / soy uno de los dos que ya partieron, / los dos en un montón que resistían.
Hermano en la delgada línea roja / que te me fuiste dos minutos antes / con la indiscreta muerte que en tu boca / entraba en cada casa con tu imagen. / Yo estaba junto a vos sobre tu grito / besándote feroz la indigna muerte / mientras te ibas volando al infinito / fulgor de la mañana indiferente...
Yo sé que el corazón que está latiendo / en cada uno es una senda pedregosa, / cuando en el suelo sucio me estoy yendo, / ajeno y solo de todas las cosas. / Si yo salí por mí y salí por todos / cómo es que ahora no hay nadie aquí a mi lado / que me retenga la luz en los ojos, / que contenga este río colorado.
El corazón del hombre es una senda / más áspera que la piedra desnuda; / mi extenso corazón es una ofrenda / que pierde sangre en esta calle cruda. / Yo tengo un nombre rojo de piquetey un apellido muerto de veinte años, / y encima las miradas insolentes / de los perros oscuros del cadalso.
Yo no llevaba un arma entre las manos / sino en el franco pecho dolorido, / y el pecho es lo que me vieron armado / y en el corazón todos los peligros. / La mano que me mata no me llega / ni al límite más bajo de mi hombría / aunque me arrastren rojo en las veredas / con una flor abierta a sangre fría.
Hoy necesito un canto piquetero / que me devuelva la voz silenciada, / que me abra por la noche algún sendero / pa' que vuelva mi vida enamorada...

lunes, septiembre 18, 2006

Es Olvido - Nicanor Parra

Juro que no recuerdo ni su nombre / Más moriré llamándola María / No por simple capricho de poeta: / Por su aspecto de plaza de provincia. / ¡Tiempos aquellos!, yo un espantapájaros, / Ella una joven pálida y sombría. / Al volver una tarde del Liceo / Supe de la su muerte inmerecida, / Nueva que me causó tal desengaño / Que derramé una lágrima al oírla. / Una lágrima, sí, ¡quién lo creyera! / Y eso que soy persona de energía. / Si he de conceder crédito a lo dicho / Por la gente que trajo la noticia / Debo creer, sin vacilar un punto, / Que murió con mi nombre en las pupilas. / Hecho que me sorprende, porque nunca / Fue para mí otra cosa que una amiga. / Nunca tuve con ella más que simples / Relaciones de estricta cortesía, / Nada más que palabras y palabras / Y una que otra mención de golondrinas. / La conocí en mi pueblo (de mi pueblo / sólo queda un puñado de cenizas), /Pero jamás ví en ella otro destino / Que el de una joven triste y pensativa. /Tanto fue así que hasta llegue a tratarla / Con el celeste nombre de María, / Circunstancia que prueba claramente / La exactitud central de mi doctrina. / Puede ser que una vez la haya besado, / ¡Quién es el que no besa a sus amigas! / Pero tened presente que lo hice / Sin darme cuenta bien de lo que hacía. / No negaré, eso sí, que me gustaba / Su inmaterial y vaga compañía /Que era como el espíritu sereno / Que a las flores domésticas anima. / Yo no puedo ocultar de ningún modo / La importancia que tuvo su sonrisa / Ni desvirtuar el favorable influjo / Que hasta en las mismas piedras ejercía. / Agreguemos, aún, que de la noche / Fueron sus ojos fuente fidedigna. / Más, a pesar de todo, es necesario / Que comprendan que yo no la quería /Sino con esa vaga sentimiento / Con que a un pariente enfermo se designa. / Sin embargo, sucede, sin embargo, / Lo que a esta fecha aún me maravilla, / Ese inaudito y singular ejemplo / De morir con mi nombre en las pupilas, / Ella, múltiple rosa inmaculada, / Ella que era una lámpara legítima. / Tiene razón, mucha razón, la gente /Que se pasa quejando noche y día / De que el mundo traidor en que vivimos /Vale menos que rueda detenida: / Mucho más honorable es una tumba, / Vale más una hoja enmohecida. / Nada es verdad, aquí nada perdura, / Ni el color del cristal con que se mira. / Hoy es un día azul de primavera, / Creo que moriré de poesía, / De esa famosa joven melancólica /No recuerdo ni el nombre que tenía. / Sólo sé que pasó por este mundo /Como una paloma fugitiva: / La olvide sin quererlo, lentamente, / Como todas las cosas de la vida.

domingo, agosto 20, 2006

Aclaración Preliminar - Eduardo Llanos

Si ser poeta significa poner cara de ensueño, / perpetrar recitales a vista y paciencia del público indefenso, / inflingirle poemas al crepúsculo y a los ojos de una amiga / de quien deseamos no precisamente sus ojos; / si ser poeta significa allegarse a mecenas de conducta sexual dudosa, / tomar té con galletas junto a señoras relativamente deseables todavía / y pontificar ante ellas sobre el amor y la paz / sin sentir ni el amor ni la paz en la caverna del pecho; / si ser poeta significa arrogarse una misión superior, / mendigar elogios a críticos que en el fondo se aborrece, coludirse con los jurados en cada concurso, / suplicar la inclusión revistas y antologías del momento, / entonces, entonces, no quiero ser poeta.
Pero si ser poeta significa sudar y defecar como todos los mortales, / contradecirse y remorderse, debatirse entre el cielo y la tierra, / escuchar no tanto a los demás poetas como a los transeúntes anónimos, / no tanto a los lingüistas cuanto a los analfabetos de precioso corazón; / si ser poeta significa enterarse de que un Juan violó a su madre y a su propio hijo / y que luego lloró terriblemente sobre el Evangelio de San Juan, su remoto tocayo, / entonces, bueno, podría ser poeta / y agregar algún suspiro a esta neblina.

viernes, agosto 11, 2006

El amante de las Flores - Charles Bukowsky

En las montañas de Valkeri / entre los pavorreales que se pavonean / encontré una flor / tan grande como mi cabeza / y cuando me estiré / para olerla / perdí el lóbulo de la oreja / parte de la nariz / un ojo / y la mitad de la cajetilla / de cigarrillos / regresé / al siguiente día / con la intención de cortar / aquella maldita cosa / pero la encontré / tan hermosa
que mejor / maté un / pavorreal.

Píntame Angelitos Negros – Andrés Eloy Blanco

¡Ah mundo! La Negra Juana, / ¡la mano que le pasó! / se le murió su negrito, / sí señor.

Ay, compadrito del alma, / ¡tan sano que estaba el negro! / yo no le acataba el pliegue, / yo no le miraba el hueso, / como yo me enflaquecía, / lo medía con mi cuerpo, / se me iba poniendo flaco / como yo me iba poniendo.Se me murió mi negrito; / Dios lo tendría dispuesto; / ya lo tendrá colocao / como angelito del cielo.
Desengáñese, comadre, /que no hay angelitos negros. /Pintor de Santos de alcoba, / pintor sin tierra en el pecho, / que cuando pintas tus santos / no te acuerdas de tu pueblo, / que cuando pintas tus Vírgenes / pintas angelitos bellos, / pero nunca te acordaste / de pintar un ángel negro.
Pintor nacido en mi tierra, / con el pincel extranjero, / pintor que sigues el rumbo / de tanto pintores viejos / aunque la Virgen sea blanca, / píntame angelitos negros.
No hay un pintor que pintara / angelitos de mi pueblo. / Yo quiero angelitos blancos / con angelitos morenos. / Angel de buena familia / no basta para mi cielo.
Si queda un pintor de santos, / si queda un pintor de cielos, / que haga el cielo de mi tierra, / con los tonos de mi pueblo, / con su ángel de perla fina, / con su ángel de medio pelo, / con sus ángeles catires, / con sus ángeles morenos, / con sus angelitos blancos, / con sus angelitos indios, / con sus angelitos negros, / que vayan comiendo mangos / por las barriadas del cielo.
Si al cielo voy algún día, / tengo que hallarte en el cielo, / angelitico del diablo, / serafín cucurusero.
Si sabes pintar tu tierra, / así has de pintar tu cielo, / con su sol que tuesta blancos, / con su sol que suda negros, / porque para eso lo tienes / calientitos y de los buenos.
Aunque / No hay una iglesia de rumbo, / no hay una iglesia de pueblo, / donde hayan dejado entrar / al cuadro angelitos negros / y entonces ¿Adónde van, / angelitos de mi pueblo, / zamuritos de Guaribe, / torditos de Barlovento ?
Pintor que pintas tu tierra, / si quieres pintar tu cielo, / cuando pintes angelitos / acuérdate de tu pueblo / y al lado del ángel rubio / y junto al ángel trigueño, / aunque la Virgen sea blanca, / píntame angelitos negros.

domingo, agosto 06, 2006

Soneto a Cristo Crucificado - Anónimo

No me mueve, mi Dios, para quererte / el cielo que me tienes prometido, / ni me mueve el infierno tan temido / para dejar por eso de ofenderte.
¡Tú me mueves, Señor! Muéveme el verte / clavado en una cruz y escarnecido; / muéveme ver tu cuerpo tan herido; / muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muévenme en fin, tu amor, y en tal manera / que aunque no hubiera cielo, yo te amara, / y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera, / pues aunque lo que espero no esperara, / lo mismo que te quiero te quisiera.

El Papalote - Silvio Rodríguez

Será por tu vivienda / hecha de ruinas / y de misterios, / porque partías la roca / para ganarte un par de medios, / o por tus tirapiedras, / los mas famosos de la loma, / de la mejor horqueta / de la guayaba, / y duras gomas.

Será por todo esto / que mi memoria / se empina a ratos, / como tus papalotes, / los invencibles, / los más baratos. / Y te levanta en peso / Narciso “El Mocho” / para ponerte / entre los elegidos, / los que no caben / en la muerte.

El papalote cae, cae, cae, cae, cae / el papalote cae, cae, cae, cae, cae / se va a bolina la imaginación / buena cuchilla lo picó

Una vez de tus manos / un coronel salió brillando. / Qué pájaro perfecto, / cuántos colores, / qué lindo canto. / Ninguno de nosotros / iba a volarlo, / ya se sabía, /era un encargo caro / del que mandaba, / el que tenías.

Llevabas en el puño / aquel dinero / de la tristeza, / dinero de aguardiente, / del sol de Cuba, / de la cerveza; / y te seguimos todos / a celebrarlo / sucios y locos. / Para ti “Carta Oro” / y caramelos / para nosotros.

El papalote cae, cae, cae, cae, cae / el papalote cae, cae, cae, cae, cae / se va a bolina la imaginación / buena cuchilla lo picó

Una noche respeto / bajó y te puso / bella corona. / Respeto de mortales / que muerto al fin / te hizo persona. / Pobre del que pensó /pobre de toda, / aquella gente, / que el día mas importante / de tu existencia /fue el de tu muerte.

El papalote cae, cae, cae, cae, cae / el papalote cae, cae, cae, cae, cae / se va a bolina la imaginación / buena cuchilla lo picó

Un Mundo Raro - José Alfredo Jiménez

Cuando te hablen de amor y de ilusiones / y te ofrezcan un sol y un cielo entero / si te acuerdas de mi, no me menciones / porque vas a sentir amor del bueno
Y si quieren saber de tu pasado / es preciso decir una mentira / di que vienes de allá, de un mundo raro / que no sabes llorar / que no entiendes de amor / y que nunca has amado
Porque yo adonde voy / hablaré de tu amor / como un sueño dorado / y olvidando el rencor / no diré que tu adiós me volvió desgraciado
Y si quieren saber de mi pasado / es preciso decir otra mentira / les diré que llegue de un mundo raro / que no se del dolor / que triunfe en el amor / y que nunca he llorado

La Poesía es un Arma Cargada de Futuro - Gabriel Celaya

Cuando ya nada se espera personalmente exaltante, / más se palpita y se sigue más acá de la conciencia, / fieramente existiendo, ciegamente afirmando, / como un pulso que golpea las tinieblas, / que golpea las tinieblas.
Poesía para el pobre, poesía necesaria / como el pan de cada día, / como el aire que / exigimos trece veces por minuto, / para ser y en tanto somos, dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan / decir que somos quien somos, / nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. / Estamos tocando el fondo, estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo / cultural por los neutrales / que, lavándose las manos, se desentiendes y evaden. / Maldigo la poesía de quien no toma partido, / partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mi a cuantos sufren, / y canto respirando. / Canto y canto y cantando más allá de mis penas, / de mis penas personales, me ensancho, me ensancho.
No es una poesía gota a gota pensada / no es un bello producto, no es un fruto perfecto, / es lo más necesario, lo que no tiene nombre, / son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.
Porque vivimos a golpes, porque apenas sí nos dejan / decir que somos quien somos, / nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno, / estamos tocando el fondo, seguimos tocando el fondo.

De Cuando Estuve Loco - Tito Muñóz

De cuando estuve lo
co aún conservo el carnet de maja
ra en la cartera,
un plano detalla
do del infierno,
un cielo con pira
tas y goteras,
un prontuario en la
comisaría,
un frasco con pasti
llas de colores,
la carta con la que
te despedías,
remedios varios con
tra el mal de amores.

Ahora voy rumbo al sur a sentar plaza
desdeñando otros puntos cardinales
y el sol encarcelado en la terraza.
Voy
rumbo al sur buscando tus
besos espirales.
Atrás dejo kilómetros de afueras,
aire por respirar, luces en rojo.
Hacia donde señalan tus pezones
voy a toda pastilla
dando gas a la moto.

De cuando estuve lo
co aún conservo
un par de gramos de
delirio en rama,
por si atacan con
su razón los cuerdos
y un viento fuerza seis
de tramontana;
el vicio de escribir
por las paredes
pareados de amor
y la manía
de buscarte entre to
das las mujeres
que en horas bajas me ha
cen compañía. 

Cuando rozo tus pétalos, nenúfar
que sobrevive en aguas estancadas
saltan chispas, los cables se me cruzan,
se me sube el mercurio
y me salta la alarma.

Mono de ti que me obliga a llevarte
en sobres rojos, liofilizada,
para tomarte cuando me apeteces
a sorbos cortos donde
duele la madrugada. 

Te escribo desde un á
rea de servicio
donde sólo me ofre
cen gasolina.
Puedes llamarme a co
bro revertido
desde la caraco
la de la esquina...