Este cuarto, qué bien lo conozco. / Ahora se alquila y también el de al lado / para oficinas comerciales. Toda la casa se convirtió / en oficinas de corredores, / de comerciantes, de compañías.
Ah, este cuarto, qué familiar me es.
Aquí cerca de la puerta estaba el canapé, / y delante de él una alfombra persa; / al lado la repisa con dos floreros amarillos. / A la derecha, no, enfrente, un armario con espejo. / En el centro la mesa donde escribía, / y las tres grandes sillas de mimbre. / Junto a la ventana estaba la cama / donde nos amamos tantas veces.
Aún deben estar en alguna parte esas pobres cosas.
Junto a la ventana estaba la cama; / el sol de la tarde llegaba hasta el medio.
...Las cuatro de la tarde, nos habíamos separado / sólo por una semana... Ay, / esa semana se volvió eterna.
Poesía Griega Moderna, 1997 Traducción de Horacio Castillo
Ah, este cuarto, qué familiar me es.
Aquí cerca de la puerta estaba el canapé, / y delante de él una alfombra persa; / al lado la repisa con dos floreros amarillos. / A la derecha, no, enfrente, un armario con espejo. / En el centro la mesa donde escribía, / y las tres grandes sillas de mimbre. / Junto a la ventana estaba la cama / donde nos amamos tantas veces.
Aún deben estar en alguna parte esas pobres cosas.
Junto a la ventana estaba la cama; / el sol de la tarde llegaba hasta el medio.
...Las cuatro de la tarde, nos habíamos separado / sólo por una semana... Ay, / esa semana se volvió eterna.
Poesía Griega Moderna, 1997 Traducción de Horacio Castillo
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