No te oí en los días del silencio atronador. / No te oí junto a las madres del dolor, / no sonaste ni de lejos, por los chicos, por los / viejos olvidados.
No te oí. Puede ser que ya no estoy oyendo bien, / pero al borde de las rutas de Neuquén, / no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos / yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente, / que resiste comprender que hay tanta gente / que en sus pobres recipientes solo guarda una ilusión.
Cacerola de teflón, volvé al estante, / que la calle es de las ollas militantes / con valiente aroma de olla popular. / Cacerola de teflón, a los bazares, / o a sonar con los tambores militares / como tantas veces te escuché sonar.
No te oí cuando el ruido de las fábricas paró, / cuando abril su mar de lágrimas llenó. / No te oí con los parientes del diciembre / adolescente y asfixiado
No te oí. Puede ser que mis orejas oigan mal, / pero nunca te he sentido en la Rural, / reclamar por el jornal de los peones yerbateros, / por la rentabilidad de los obreros, / por el tiempo venidero, por que venga para todos.
No te oí ni te oiré porque no hay modo / de juntar tu avaro codo con mi abierto corazón. / Cacerola de teflón, volvé al estante / de los muebles de las casas elegantes / que las cocineras te van a extrañar. / Cacerola de teflón, a los bazares / O a sonar en los conciertos liberales / Como tantas veces te escuché sonar.
No te oí en el puente de Kosteki y Santillán / No te oí por el ingenio en Tucumán / No te oí en los desalojos, ni en los barrios inundados de este lado. / No te oi en la esquina de Rosario que estalló / cuando el angel de la bici se cayó / y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.
Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo / por un joven sin trabajo, a la deriva. / Debe ser que desde arriba, desde los pisos más altos / no se ve nunca el espanto y las heridas.
Cacerola de teflón, volvé al estante / Yo me quedo en una marcha de estudiantes / donde vos nunca supiste resonar. / Cacerola de teflón, a los bazares / o a llenarte de los más ricos manjares / que en la calle no se suelen encontrar. / Cacerola de teflón andá a cagar
No te oí. Puede ser que ya no estoy oyendo bien, / pero al borde de las rutas de Neuquén, / no te oí mientras mataban por la espalda a mi maestro.
Y entre nuestros cantos desaparecidos / yo jamás oí el sonido de tu tapa resistente, / que resiste comprender que hay tanta gente / que en sus pobres recipientes solo guarda una ilusión.
Cacerola de teflón, volvé al estante, / que la calle es de las ollas militantes / con valiente aroma de olla popular. / Cacerola de teflón, a los bazares, / o a sonar con los tambores militares / como tantas veces te escuché sonar.
No te oí cuando el ruido de las fábricas paró, / cuando abril su mar de lágrimas llenó. / No te oí con los parientes del diciembre / adolescente y asfixiado
No te oí. Puede ser que mis orejas oigan mal, / pero nunca te he sentido en la Rural, / reclamar por el jornal de los peones yerbateros, / por la rentabilidad de los obreros, / por el tiempo venidero, por que venga para todos.
No te oí ni te oiré porque no hay modo / de juntar tu avaro codo con mi abierto corazón. / Cacerola de teflón, volvé al estante / de los muebles de las casas elegantes / que las cocineras te van a extrañar. / Cacerola de teflón, a los bazares / O a sonar en los conciertos liberales / Como tantas veces te escuché sonar.
No te oí en el puente de Kosteki y Santillán / No te oí por el ingenio en Tucumán / No te oí en los desalojos, ni en los barrios inundados de este lado. / No te oi en la esquina de Rosario que estalló / cuando el angel de la bici se cayó / y sus ángeles pequeños se quedaron sin comida.
Y jamás te oí en la vida repicar desde acá abajo / por un joven sin trabajo, a la deriva. / Debe ser que desde arriba, desde los pisos más altos / no se ve nunca el espanto y las heridas.
Cacerola de teflón, volvé al estante / Yo me quedo en una marcha de estudiantes / donde vos nunca supiste resonar. / Cacerola de teflón, a los bazares / o a llenarte de los más ricos manjares / que en la calle no se suelen encontrar. / Cacerola de teflón andá a cagar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario