viernes, agosto 10, 2007

El Hombre y el Caballo - Nikíforos Vretakos

Tenía un caballo. Fue a la guerra. / No habían pasado dos meses cuando regresó / con un pie amputado. Al verlo / su caballo relinchó. / Pocos días después, se lo requisaron.
Nunca volvió.
Y desde entonces, cuando quería /recordar algo inolvidable / de su vida, algo hermoso / —la Virgen, Cristo o el sol por ejemplo— / recordaba aquel relincho.

Poesía Griega Moderna, 1997 - Traducción de Horacio Castillo

viernes, julio 13, 2007

El Angel de la Bicicleta - Luis Gurevich


"El ángel de la bicicleta" cuenta la historia de Claudio "Pocho" Lepratti. Claudio tenía 35 años y vivía en el barrio Ludueña, (ciudad de Rosario, Argentina) sirviendo a la gente como integrante de la comunidad salesiana. Trabajaba en una escuelita de bajos recursos, colaborando con un comedor infantil. Se movilizaba en su bicicleta y siempre estaba dispuesto a ayudar a su prójimo. Según cuenta el padre Nestor Gastaldi: "Pocho era un pacífico, comprometido con el barrio. El sueldo que sacaba en la escuela lo ponía a disponibilidad de la gente de la villa que lo necesitaba".
En diciembre del 2001, en medio de la aguda crisis sociopolítica que vivía la Argentina, fue asesinado de un balazo en la garganta, mientras le pedía a la policía que no disparase contra el comedor donde él colaboraba, ya que adentro había chicos comiendo. Después de aquel asesinato, por las calles de Rosario aparecieron graffitis en los que se ve una bicicleta alada, recordando a Claudio.
León Gieco le puso música, y, como canción, esta en su "Por favor, perdón y gracias"


Cambiamos ojos / por cielo. / Sus palabras tan dulces, tan claras / cambiamos por truenos. /Sacamos cuerpo, / pusimos alas. / Y ahora vemos una bicicleta alada que viaja / por las esquinas del barrio, / por calles, / por las paredes de baños / y cárceles.

¡Bajen las armas / que aquí solo hay pibes comiendo!

Cambiamos fe / por lágrimas. / Con qué libro se educó esta bestia / con saña y sin alma? /Dejamos ir / a un ángel, / y nos queda esta mierda que nos mata sin importarle / de dónde venimos, / qué hacemos, / qué pensamos, / si somos obreros, curas / o médicos

¡Bajen las armas / que aquí solo hay pibes comiendo!

Cambiamos buenas / por malas. / Y al ángel de la bicicleta / lo hicimos de lata. / Felicidad por llanto. / Ni la vida ni la muerte se rinden / con sus cunas y sus cruces. / Voy a cubrir / tu lucha / más que con flores. / Voy a cuidar / de tu bondad / más que con plegarias.

¡Bajen las armas / que aquí solo hay pibes comiendo!


jueves, marzo 01, 2007

Pensándolo Bien ... - Jaime Sabines

Me dicen que debo hacer ejercicio para adelgazar, / que alrededor de los 50's son muy peligrosos la grasa / y el cigarro, / que hay que conservar la figura / y dar la batalla al tiempo, a la vejez.
Expertos bien intencionados y médicos amigos / me recomiendan dietas y sistemas / para prolongar la vida unos años más. / Lo agradezco de todo corazón / pero me río de tan vanas recetas y tan escaso afán. / La muerte también rie de todas esas cosas.
La única recomendación que considero seriamente / Es la de llevar una mujer joven a la cama / Porque a estas alturas, la juventud / Solo puede llegarme por contagio.

domingo, enero 14, 2007

La Casa por la Ventana - Joaquín Sabina

Quemaron todas las naves / para iniciar una nueva vida, / pagaron cara la llave / falsa de la tierra prometida. / Pero, en lugar del Caribe, / con su bachata, con sus palmeras, / la madre patria recibe / al inmigrante por peteneras.
Y no es bona Barcelona / cuando la bolsa, primo, no sona / y gana el cholo en Madrid / menos que un perro sin pedigrí, / y el mestizo por Sevilla, /va dando cantes por pesadillas, / y, si dos vascos atracan / a un farmacéutico en Vigo / jura el testigo que eran sudacas.
Y cada fin de semana / tiran la casa por la ventana / marcándose un agarrado /en El Café del Mercado / que no es lo mismo que el Tropicana.
Se matan haciendo camas, / vendiendo besos, lustrando suelos, / si pica el hambre en la rama / la tortolita levanta el vuelo.
Y, en plazoletas y cines, / por un jergón y un plato de sopa, / con una alfombra y un Kleenex / le sacan brillo al culo de Europa.
Y, el cuerpo de policía / viene con leyes de extranjería / y, al moro de la patera, / le corta el rollo una patrullera, / y, al mulato sabrosón, / le dan en toda la inquisición, / y, al gitanito, la ola / malaje y paya le quema / el tejadillo de la chabola.
Y cada fin de semana / tiran la casa por la ventana / chilabas y desayuno / de kifi con té moruno / y escriben cartas a la sultana.
Y cada fin de semana / con sus caderas dominicanas, / compadre, una guarachita, / candomde, samba o rumbita… / ¿o es que Usted nunca estuvo en la Habana?
Y el coreano currela / vendiendo lollos de plimavela, / y, en bares porno el paquete / de guineano cuesta un billete, / y, al almacén del judío, / van seis niñatos buscando lío / ,y el ingeniero polaco / que vino huyendo del frío / ya es mayordomo del tío del saco.
Y cada fin de semana / tiran la casa por la ventana / y, mientras planchan un traje, / su corazón de viaje / se va cantando La Varsoviana.
Y cada fin de semana / queda el negritocon la ucraniana, / y bailan polca y pasito, / y soplan vodka y mojito / y vuelven trompas por la mañana.