sábado, marzo 12, 2005

Hombre de Mala Voluntad - Mario Benedetti

Cuando volvés a la tarde como a un oasis / y tu mujer te espera linda y ávida / y cree en la provincia de tu silencio / que hace tiempo vendiste al enemigo / cuando volvés de tarde como un padre mágico / y el gurí te salpica de inocencia / y te mira como mira un gorrión a ese cielo / del que hace tiempo te descolgaste / cuando te arrellanás en la dulzura / y la seguridad te envuelve como un aliento / y ves en las ventanas el otoño / esa reflexiva estación de lealtades / cuando una paz tan expugnable / trata de instalarse nada menos que en vos / y te das cuenta de que algo no marcha / porque ya no sabés qué hacer con ella / cuando el calorcito del hogar te acepta / y tu vieja entorna los ojos para oir / eine kleine nachtmusik o la última curda / o los cierra con modorra octogenaria / cuando toda la jornada se resume / en la gan disculpa que te enceniza / y preferís no abrir el diario de la noche / porque sabés todo lo que se calla / cuando metés el índice en el vaso de bohemia / para mover el hielo en el old smuggler / y el frío te sube de la yema al corazón / y después te baja del cuore a las tripas / cuando tu hijo diga buenas noches / y te bese el mentón y se pinche / y comprendas que sos para el / más o menos la bienaventuranza / cuando tu madre diga buenas noches / y se retire con tu infancia a cuestas / y la veas moverse paso a paso / como si no pudiera con la carga / cuando tu mujer diga buenas noches / y no vaya a dormir sino a esperarte / bajo las sábanas almidonadas / que cambió en tu homenaje / cuando todos te dejen en el living / a solas con tu húmedo bigote / y la mirada opaca como nunca / y el tocadiscos que se detiene solo / mejor lo pasarías si no tuvieras / en la retina y en los tímpanos / el rostro el puño el alarido / del muchachito de ojos claros / de mejillas pecosas / de bien marcado costillar / de rodillas casi puntiagudas / de piernas que saltaban como peces / cuánto mejor lo pasarías / si la memoria no fuese tan cabrona / como para mostrarte y volverte a mostrar / aquella desnudez indoblegable / y sobre todo aquellos ojos clarísimos / que te miraban como no creyendo / que vos el de corbata fueras / tan sólo una palanca de patíbulo / cuánto mejor lo estarías pasando / si te olvidaras para siempre / de ese recuerdo tan fresquito / tan acabado de nacer / tan intacto que es como si vieras / la boca que llegaba hasta el mismísimo / borde de la derrota y se mordía / y empezaba a morirse de victoria / cómo será la cosa que no te odiamos / fijate vos cómo será la cosa / que no te hacemos ese amargo honor / hombre de mala voluntad pobre hombre / quizá te alcance con los ojos / de tu botija macanudo y frágil / mañana o pasadomañana te miren / porque estas cosas siempre se propagan / o el mes que viene o el año próximo / te miren esos ojos como no creyendo / claros también y no creyendo pero / ya no será mirada de gorrión / ojos claros te miren como no creyendo / pero creyendo al fin y al cabo / no con mirada de gorrión / pero creyendo al fin y al cabo / entonces pobre hombre de mala voluntad / ni siquiera juntando todo el odio / que quede disponible en el mercado / ninguno de nosotros podrá odiarte / como vos mismo te odiarás.

2 comentarios:

José Werenitzky.- dijo...

pocas personas llegan a mi alma como lo hace mario benedetti, este poema es una magica descripcion historica sobre los que nos paso, y lo que no puede volver, saludos. te invito a pasar por mi blog poesiamedicinal.blogspot.com, mi nombre es jose werenitzky y soy un medico de santiago del estero.

Anónimo dijo...

es fantastico