jueves, mayo 12, 2005

Auschwitz - León Felipe

Estos poetas infernales, / Dante, Blake, Rimbaud / que hablen más bajo... / que toquen más bajo... / ¡Que se callen! / Hoy / cualquier habitante de la tierra / sabe mucho más del infierno / que esos tres poetas juntos. / Ya sé que Dante toca muy bien el violín... / ¡Oh, el gran virtuoso! / Pero que no pretenda ahora / con sus tercetos maravillosos / asustar a ese niño judío / que está ahí, desgajado de sus padres... / Y solo. / ¡Solo! / aguardando su turno / en los hornos crematorios de Auschwitz. / Dante... tu bajaste a los infiernos / con Virgilio de la mano / (Virgilio, «gran cicerone») / y aquello vuestro de la Divina Comedia / fue una aventura divertida / de música y turismo. / Esto es otra cosa... otra cosa... / ¿Cómo te explicaré? / ¡Si no tienes imaginación! / Tu... no tienes imaginación, / Acuérdate que en tu «Infierno» / no hay un niño siquiera... / Y ese que ves ahí... / está solo / ¡Solo! Sin cicerone... / esperando que se abran las puertas de un infierno que tu, ¡pobre florentino!, / no pudiste siquiera imaginar. / Esto es otra cosa... ¿cómo te diré? / ¡Mira! Éste es un lugar donde no se puede tocar el violín. / Aquí se rompen las cuerdas de todos los violines del mundo. / ¿Me habéis entendido poetas infernales? / Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud... / ¡Hablad más bajo! / ¡Tocad más bajo! ¡Chist! / ¡¡Callaos!! Yo también soy un gran violinista... / y he tocado en el infierno muchas veces... / Pero ahora, aquí... / rompo mi violín... y me callo.

No hay comentarios.: