jueves, mayo 12, 2005

La economía es una ciencia - Juan Gelman

En el decenio que siguió a la crisis / se notó la declinación del coeficiente de ternura / en todos los países considerados / o sea / tu país / mí país / los países que crecían entre tu alma y mi alma de repente / duraban un instante y antes de irse / o desaparecer / dejaban caer sábanas llenas de nuestros sexos que salían volando alrededor como perdices / quiere decir que cada vez que hicimos el amor dejábamos nuestros sexos allí? / y ellos seguían vivitos y coleando como perdices suavísimas? / qué raro / mirá que lavábamos las sábanas con subordinación y valor / para que los jugos de la noche pasada no inauguraran el pasado / y ningún pasado pusiera una oficina entre nosotros para ordenarnos el hoy / porque el alma amorosa es desordenada y perfecta / tiene mucha limpieza y lindura / se necesita todo un Dios para encerrarla / como le pasó a don francisco / que así pudo cruzar la agua fría de la muerte / es bien raro eso de nuestros sexos volando / pero recuerdo ahora que cada vez que yo entraba en tu sexo / y me bañaban tus espumas purísimas con impaciencia / y dulzura y valor / me parecía oir un pajarerío en el bosque de vos / como amor encendiendo otro amor / o más, es cierto que cada vez nuestros sexos resucitaban / y se ponían a dar vueltas entre ellos / como maripositas encandiladas por el fuego / y se querían morir de nuevo buscando incesantemente la libertad / y había un país entre la vida y la muerte / donde todo era consolación y hermosura / y no poseíamos nuestro corazón / y nuestros sexos se perdían como almas en la noche / y nunca más los volvíamos a ver / para entender / estudio los índices de la tasa de inversión bruta / los índices de la productividad marginal de las inversiones / los índices de crecimiento del producto amoroso / otros índices que es aburrido hablar aquí / y no entiendo nada /la economía es bien curiosa / al pequeño ahorrista del alma lo engañan en wall street / los sueldos de la ternura son bajos / subsiste la injusticia en el mercado mundial del amor / el aprendiz está rodeado de nubes que parecen elefantes / eso no le da dicha ni desdicha / en medio de las razones / las redenciones / las resurrecciones / se lleva el alma a la nariz para sentir tus perfúmenes / estoy viendo volar los pajaritos que te salían del sexo / mejor dicho / de más allá todavía / de todo lo que valías / o brillabas / o eras / y dabas como jugos de la noche.

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