Estas rendijas son / las que nos traen el sol cada mañana. / Trapos sin algodón / se visten de cortina en las ventanas. / Alta mar de sanjón / con barcos de papel, gritos livianos. / Canilla para cien / y el año que se va sin cumpleaños. / En chapas de cartón / la lluvia cuenta un cuento de goteras; / y el fuego sin carbón / arde con carcajadas de madera. / Carita sin lavar / no mires el futuro en el espejo / que aquello que buscás / vive en las manos duras de tus viejos
Que suerte la de la buena gente / dormida en cielos de almohadones / sin gracia. / acunás nostalgias lejanas de la pena y los temores. / Horizontes de espaldas. / Cuándo comprenderás, / la vida te hace esquina en el barrial.
Que suerte la de la buena gente / dormida en cielos de almohadones / sin gracia. / acunás nostalgias lejanas de la pena y los temores. / Horizontes de espaldas. / Cuándo comprenderás, / la vida te hace esquina en el barrial.
1 comentario:
Amigo. Estoy buscando una poesía de Nadalino que dice: a lo lejos el cerro se vé, el aire huele dulce en tu lugar, y la clara frescor de tu salta es un lejano dolor; mientras en los andenes nacen sueños, buscando un nuevo día y otro sol. No te vas. Porque te quieres ir. El cerro sigue siendo tu lugar....
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